El interés por el Archivo de Duelo (creado tras los atentados del 11-M), nace como motivo de una estancia de investigación en el Departamento de Historia de la Ciencia del CSIC junto a la investigadora Carmen Ortiz, una de las investigadoras implicadas en su creación. La consulta de los objetos que componen este archivo de incalculable valor antropológico y humano pretende, por una parte, analizar algunas de sus características y contenidos, y por otra generar una pieza de creación a partir de una selección de sus piezas.
OB: Archivo de Duelo está formado por una serie de fotografías de gran tamaño de una selección de objetos pertenecientes al archivo. Tras la consulta de las diferentes colecciones de objetos, se opta por realizar una serie a partir de algunos de los osos de peluche, por considerarse que funciona como símbolo de los memoriales espontáneos creados por los ciudadanos, no únicamente en el caso de los surgidos tras el 11-M sino también tras los numerosos atentados producidos en los años posteriores. Los osos de peluche son objetos especialmente sensibles, cargados de proyecciones, emociones y desgarro, en parte por su directa vinculación con la infancia y la inocencia, y por tratarse de objetos domésticos con los que todos conectamos. Son los restos de cera fundida, el rastro del humo de las velas sobre los mismos, las manchas, entre otros indicios sobre su uso, los que convirtiéndose en marcas de duelo impregnan estos objetos, transformando estos sencillos juguetes en objetos cargados de simbolismo. Por otra parte, los osos de peluche funcionan como símbolo contemporáneo universal dado su carácter global, desprovisto de otros elementos diversos como el lenguaje, la nacionalidad o la fe, muy presentes en otros objetos que componen estos memoriales, permitiendo hablar del duelo colectivo en un sentido más amplio.
Se trata de unas imágenes de los objetos muy directas e intencionadamente sencillas en su ejecución en las que se pretende emular las imágenes de documentación de archivo pero empleando un fondo negro aludiendo a la pérdida y eliminando cualquier otra información para no distraer al espectador. Los osos de peluche aparecen en primera instancia como objetos cotidianos sin interés, pero una mirada más atenta irá desvelando sus deterioros y heridas, fruto de su transformación de juguete a ofrenda. En este sentido, se han seleccionado únicamente aquellos objetos que estuvieran desprovistos de mensajes textuales y/o de alusiones a una víctima específica. Las imágenes aparecen descontextualizadas con la única información que ofrece su título, compuesto por su denominación como objeto de archivo. Su formalización a gran tamaño tiene la finalidad de transformar estos delicados y pequeños objetos de archivo, en objetos de carácter monumental y otorgarles un valor más allá del propio archivo mediante su exhibición. Con esta serie, se pretende visibilizar el duelo colectivo, rendir homenaje a las víctimas, a los memoriales espontáneos y a su archivo.